Seguramente eres consciente de que tener un cliente que representa un alto porcentaje de tu facturación es un riesgo por sí solo.
Supongo que no te descubro nada nuevo.
Lo que no sé si sabías es que además te está robando.
Cada vez que exige tu presencia porque confía más en ti por ser el máximo responsable, te está robando tiempo.
Cada vez que sientes la obligación de intervenir personalmente en cualquier problema o petición, te está robando energía.
Cada vez que te hace competir contra otros o pide rebajas, te está robando dinero.
Por si todo eso no fuera suficiente, para un futuro comprador de tu empresa, si tu facturación depende más de un 15 % de un cliente, automáticamente el valor de tu compañía es mucho menor.
Resumiendo, tu mejor cliente te roba 4 cosas: tiempo, energía, dinero y patrimonio.
Una joya.
Y encima, quizás te pasas la vida buscando al siguiente cliente importante, por si se te va el que tienes ahora.